La Cocina Caníbal, de Roland Topor.



Hombre en salmuera.
Guardabosque a la madera.
Bebé a lo sentimental.
Ojos de miope al gratin.
Misionero a lo caníbal.
Cabeza de burgues reaccionario.
Muslos de coristas.
Financiero "al culo" y otros...

CABEZA DE PATRÓN CON PURÉ
(tomado de La Cocina Caníbal, de Roland Topor)

Haga una visita a su patrón hacia finales de año, justo antes de Navidad, y mátelo como a un cerdo, es decir, cuide de que sangre durante mucho tiempo para que su carne quede blanca. Una vez que la cabeza este cortada sin rebabas, se la lava bien. Después, se pone en una olla con agua hirviendo durante una media hora. Al cabo de este tiempo, sáquela y póngala en agua fria. Es sorprendente ver como ha cambiado la cabeza del patron llegados a este punto. Los cabellos se han vuelto blancos y su ojo, aunque como siempre malicioso, tiene algo ligeramente soñador. Sin embargo, no es más que el principio.

Continuemos la polemica receta. Levántese la mandíbula superior hasta el ojo, deshuésese el craneo procurando unir las carnes para que la cabeza mantenga su forma. Una vez terminada esta operación, frote la cabeza con champó, envuélvala en un paño y átelo con un fino cordel.

Para la cocción, se deslíen tres cucharadas de harina en agua, se le agrega un ramito de flores, un pedazo de mantequilla, sal y pimienta. Se pone la cabeza dentro de esta mezcla y se la deja cocer sin olvidar ir retirando la espuma; después se saca la cabeza y se la deja caer en una tina de puré que tenga una altura de 1'50 metros aproximadamente, a fin de que no tenga frío en las orejas.

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